domingo, 18 de septiembre de 2011

No hay agua en la capital

Para empezar está nota quiero indicar que son las 3:21 p.m., del 18 de septiembre de 2011, y resulta ser que desde ayer como a las 6:30 p.m. aproximadamente, gran parte del área metropolitana de la ciudad de Panamá, se encuentra sin acceso a agua potable, debido a la ruptura de una tubería madre en el área de Parque Lefevre, misma que fue ocasionada por trabajos que se estaban realizando por parte de la empresa Cusa que realizaba trabajos de dragado en los predios de la escuela María Ossa de Amador, lo que me molesta de sobremanera es la falta de responsabilidad de la entidad competente (IDAAN) en estar manifestando en medios de comunicación que el servicio de distribución se reestablecerá a una hora, y después dicen que a otra, y así siguen.

Es triste ver que en menos de un año, ya se han dado varias situaciones que impiden se brinde el suministro de agua a la población, de hecho sé que no se puede hacer magia para solucionar los incidentes que se han suscitado, pues requieren de actividades de construcción que toman su tiempo, pero no deja de indignarme que no contemos con un plan de contingencias para situaciones como estas, hasta ahora la solución es comprar agua embotellada, o irnos para Arraiján o para donde un familiar que viva en un área que si tenga agua, será que el sistema de alcantarillado que poseemos es obsoleto, o porque están empresas que trabajan sobre áreas de servidumbre de servicios públicos no toman las medidas pertinentes, para eso existe la PLANIFICACIÒN.

Por otra parte, porque no han salido los camiones cisternas del IDAAN a suministrar del vital líquido a las áreas afectadas, quimeras de cualquier ciudadano afectado, solo he visto mensajes que poco ayudan en redes sociales, hasta cuando con está lucha.

miércoles, 13 de julio de 2011

¿Sabías cuanto tiempo tarda la naturaleza en degradar los desechos?

Un chicle masticado dura 5 años en desintegrarse.
El papel y el cartón, 1 año
Las latas (aluminio), 10 años
Colillas de cigarrillo, 1 a 2 años
Botellas de plástico (PET), entre 100 y 1000 años
Polietileno (bolsas de plástico) 150 años
Botellas y frascos de vidrio, 4000 años

lunes, 11 de julio de 2011

LA OTRA CARA DE TABOGA :(

La Otra Cara de Taboga


El trayecto desde la Playita de Amador, hasta el atracadero de la Isla de Taboga, se me hizo relativamente corto, un sin número de techos de todos los colores hacían el constraste con el azul del mar y el celeste intenso del cielo, dándonos la bienvenida.
Me encontraba extasiada debido al gran colorido que procedían tanto de las aguas que bordeaban la isla, como del pueblo en general. "Nos dirigimos hacia el Refugio de Vida Silvestre Taboga Uraba", interrumpió la voz del guía, por lo cual nos preparamos para iniciar el recorrido.
Mientras el entorno iba cambiando a medida que avanzabamos, de apiñadas y pequeñas casas coloridas a hermosas residencias que se encontraban cercadas tal cual pequeñas fortalezas, nos íbamos acercando a nuestro destino final, pero el cambio se torno abrupto de hermosas y coloridas flores, empezamos a ver en el suelo latas, cajas, botellas, inclusive restos de desechos hospitalarios, continuamos con nuestro recorrido, sin no dejar de apreciar que era cada vez más constante la presencia de desechos sólidos en el camino.
El guía nos comentaba que estábamos llegando a los límites del Refugio de Vida Silvestre, el paisaje era muy vistoso, sin embargo deseábamos llegar a la cima, para poder tener una vista general del área; entre los matorrales logre ver un maltratado letrero que reafirmaba lo que el guía indicaba.
Nos detuvimos aproximadamente un minuto después que pisamos los límites del Refugio de Vida Silvestre, mis ojos no podían dar crédito a lo que presenciaban, era un insulto tanto a la vista como al olfato, más aun siendo una área protegida, según nuestra legislación ambiental vigente, las exclamaciones de mis compañeros no se dejaron desear, era impactante poder observar lo que desde la orilla del pueblo o desde el muelle, nadie ve; me pregunte en ese instante si los inocentes bañistas conocerían de este lugar.
Se podía observar restos de desechos de todo tipo, desde pequeños envases de plástico, cartón o vidrio, hasta muebles y artefactos de cocina enteros, gasas, guantes y otros residuos peligrosos.
Taboga no escapa a la realidad de cualquier pueblo o ciudad, del área metropolitana de la ciudad de Panamá, los desechos son generados casi espontáneamente producto de nuestras actividades diarias, el gran dilema radica en su disposición final, maximizado tal vez por las condiciones que como isla se presentan en este ecosistema, en donde las capacidades de carga de los sistemas de acueducto y alcantarillado, han sobrepasado su capacidad de carga y donde el espacio disponible es limitado, debido a que la mayor parte está ocupada por residencias o son propiedad de inversionistas que se encuentran en espera de desarrollar grandes proyectos urbanísticos y turísticos.
Lo más impactante para mí fue ver como estos desechos se encontraban dispuestos sin ningún tipo de control en una pendiente que iba directo hacia el mar y lo irónico que estuviese dentro de una área protegida, me pregunte en dónde se encontraban las autoridades ambientales, sin embargo lamentablemente la respuesta no la iba a encontrar allí.
Dispusimos seguir nuestro recorrido, con un pesar en mi corazón, y aunque llegamos a la cima y vislumbramos un hermoso paisaje, definitivamente no fue lo mismo, después de haber visto tan deprimente escena, aún queda en mis recuerdos el sin sabor de mi visita a Taboga.